Dendrobium Fimbriatum - Cómo Tener Flores Hermosas

La Dendrobium fimbriatum es una de las orquídeas más famosas del género dendrobium.

Descubierta en el año 1823 por Willian Jackson Hooker, se trata de una orquídea de origen asiático. La variedad más famosa que se encuentra a la venta es la var. Oculato.

Ella es nativa de los siguientes países:

China
India
Bután
Malasia
Laos
Vietnam
Entre otros.

Continúe leyendo este artículo para conocer más sobre las principales características, curiosidades y consejos del cultivo de esta orquídea.

Aprenderás:

Características

Como las otras Dendrobiums, esta es una orquídea que a menudo es epífita, pero también puede ser rupícola o terrestre.

En caso de que no conozca la diferencia entre estas clasificaciones, básicamente:

Epífita: vive encima de los árboles.
Terrestre: vive en el suelo
Rupícola: vive en materiales orgánicos sobre rocas

La Dendrobium fimbriatum se puede encontrar en las selvas tropicales de Asia, a altitudes que oscilan entre los 700 y los 2400 metros.

Considerada de gran tamaño, ya que puede alcanzar hasta 1,5 metros, por lo que, antes de cultivarla, asegúrate de tener un buen espacio.

Una curiosidad: el nombre fimbriatum proviene del latín y significa “con flecos”, una descripción de su labio.

Flores

Las flores de Dendrobium fimbriatum tienen características ligeramente diferentes a las de otras orquídeas.

Las dos mayores diferencias son:

Sus flores aparecen en pseudobulbos viejos (así que no los quite)
Parecen un abejorro cuando se ven de frente.

Por lo general, esta orquídea florece entre la primavera y el verano , generando de 10 a 15 flores que pueden durar hasta poco más de una semana.

Estas flores están muy cerca unas de otras, generando racimos muy hermosos y fragantes que hacen de esta orquídea una gran opción para el cultivo.

Cultivo de Dendrobium Fimbriatum

Esta es una orquídea fácil de cultivar, por lo que incluso si usted es un principiante en el arte de cultivar estas plantas, le será muy fácil con la Dendrobium fimbriatum.

Para poder cuidarla bien, siga estos pasos:

Iluminación: le gusta mucha luz, por lo general el 40% de sombra es ideal
Dónde plantar: en una olla grande de barro o en una maceta y cuélgalas con alambre. También se puede cultivar en maceta de plástico o fijar a troncos de madera, árboles, paredes, etc.
Humedad: debe ser alta, porque en su hábitat natural la humedad es alta.
Sustrato: cáscara de coco, musgo sphagnum, corteza de pino, carbón vegetal. Haga una mezcla con estas opciones y coloque pedazos de espuma de poliestireno en el fondo del jarrón.
Fertilización: NPK 10 10 10 diluido en agua. Por lo general, lo ideal es cada 10 o 15 días. Fertilización orgánica cada 2 meses.
Temperatura: una orquídea a la que le gustan las temperaturas más cálidas, generalmente entre 20 a 31 grados es ideal, pero puede soportar entre 15 a 35 °. Recuerde asegurarse de que durante el día la temperatura sea al menos 6 grados más alta que durante la noche.
Riegos: deben ser frecuentes y abundantes, pero justo antes de su floración deben sufrir estrés hídrico para que puedan florecer mucho. Por lo general, este estrés hídrico se produce en invierno.